Durante todo el curso hemos estado haciendo los alumnos de 2º y 3º ciclo , mecanografía como por ejemplo:
ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF ASDF
DERF KIJU DERF KIJU DERF KIJU DERF KIJU DERF KIJU DERF KIJU DERF KIJU DERF
AISLADAS FRESA AGUA FREGADA JAULA HUIR DESDEÑA AISLADAS FRESA AGUA
Un diario donde escribimos lo que hacemos durante las fechas más señaladas del mes .
También el uso de internet de manera adecuada, por ejemplo para buscar información para los trabajos de clase, significados de palabras...
Hemos realizado casi todos los Miercoles Conocimiento del Medio para practicar mecanografía y repasar la asignatura.
Hemos estado haciendo trabajos de clase por ejemplo un trabajo para cocimiento del medio sobre el Jerbo, o la búsqueda de refranes para la asignatura de lenguaje.
Y lo último que hemos estado haciendo es un diccionario de inglés a español.
lunes, 14 de marzo de 2011
miércoles, 2 de marzo de 2011
ACTIVIDAD DE TEATRO
Los alumnos de la actividad de teatro hemos realizado la siguiente obra durante el primer trimestre.
DEJA DE RONCAR, ABUELO
El abuelo está sentado en un sillón (en bata y zapatillas) y ronca mientras duerme.
Grupo 1 (moviéndolo):
¡Deja de roncar, abuelo!
que no es hora de dormir,
que ha nacido el Niño Dios
y está muy lejos de aquí.
Grupo 2:
Despierta, que ya es muy tarde.
¡Abre los ojos, abuelo!,
que estará llorando el niño
y queremos ir a verlo.
(Suenan las campanas)
Abuelo (se despereza, se levanta, y va hacia la ventana. Luego mira a los niños):
¿Por qué estáis todos contentos?
¿Por qué tocan las campanas?
¿Y qué es ese resplandor
que se ve por las montañas?
Grupo 3:
Allí está Jesús, abuelo,
y ese resplandor que ves
es una estrella que brilla
en el portal de Belén.
Grupo 4:
¿Y qué te parece abuelo,
si le llevamos al Niño
rollitos de mazapán
y una cestilla con higos?
Abuelo:
¿Una cestilla con higos?
¡Pero si el Niño no come!
Creo que es mucho mejor
que le llevéis biberones.
Grupo 5:
Nosotros le llevaremos
chicles y chocolatinas,
¡seguro que a Jesusín
le gustan la golosinas!
Abuelo (vuelve a asomarse a la ventana y dice):
¿Vais todos bien abrigados?
¡Está fría la mañana!
Todos los niños:
Llevamos bufanda, gorro,
y pantalones de pana.
Abuelo:
Pues andando que ya es tarde,
nos vamos a ver al Niño,
¿os sabéis el villancico
de ‘’Los peces en el río’’?
Niños:
¡Sí...!
(Se van cantando. El abuelo va el primero marcando el compás con su bastón):
Pero mira como beben.....
LOS REYES MAGOS DE ORIENTE
Los Reyes Magos de Oriente no tenían camioneta querían ir a Belén montados en bicicleta.
Narrador:
Veinticuatro de diciembre.
¡Ay! qué noche tan oscura...
hacía frío y nevaba.
Salir era una locura.
Melchor (cogiendo su bicicleta):
¡Voy a engrasar los tornillos
y voy a inflarle las ruedas!
que esta noche hay que llegar
por caminos y veredas.
Gaspar (cogiendo su bicicleta):
Se me sale la cadena,
tengo roto el manillar.
¡Echarme una mano, amigos!
¡Que no la puedo arreglar!
Baltasar (mirando a su bicicleta):
Tengo una rueda pinchada,
así no puedo salir.
Ha dejado de nevar
ya nos tenemos que ir.
Melchor:
¿Y qué podemos hacer
para llevar los regalos?
¡Cómo vengan los ladrones
nos van a moler a palos!
Gaspar:
¿Hay ladrones por aquí?
Estoy temblando, lo juro,
¿tú qué dices Baltasar?
Baltasar:
Pues yo... no he visto ninguno.
Melchor:
Alguien corre por el monte,
se oyen pasos a lo lejos.
Gaspar:
Estoy temblando, lo juro.
Baltasar:
No te asustes, son conejos.
Melchor:
Tenemos que salir ya,
porque Jesús nos espera.
Gaspar:
¿Y cómo podemos ir?
Baltasar:
Pues... de ninguna manera.
(De pronto aterriza un avión cerca de ellos, sale el piloto y ellos al verlo se arrodillan)
Azafata:
Por radar hemos oído
toda su conversación
y venimos a traerles
una feliz solución.
Piloto (una mujer):
¡Vamos! suban la escalera
y recojan los paquetes
que antes de salir el sol
tendrá el Niño sus juguetes.
Narrador:
Los Reyes emocionados
volaron entre las nubes,
Melchor decía a Gaspar:
¡Son blancas! ¡No son azules!
Este viaje en avión
no lo olvidará ninguno
han cambiado los transportes
en el siglo XXI.
DEJA DE RONCAR, ABUELO
El abuelo está sentado en un sillón (en bata y zapatillas) y ronca mientras duerme.
Grupo 1 (moviéndolo):
¡Deja de roncar, abuelo!
que no es hora de dormir,
que ha nacido el Niño Dios
y está muy lejos de aquí.
Grupo 2:
Despierta, que ya es muy tarde.
¡Abre los ojos, abuelo!,
que estará llorando el niño
y queremos ir a verlo.
(Suenan las campanas)
Abuelo (se despereza, se levanta, y va hacia la ventana. Luego mira a los niños):
¿Por qué estáis todos contentos?
¿Por qué tocan las campanas?
¿Y qué es ese resplandor
que se ve por las montañas?
Grupo 3:
Allí está Jesús, abuelo,
y ese resplandor que ves
es una estrella que brilla
en el portal de Belén.
Grupo 4:
¿Y qué te parece abuelo,
si le llevamos al Niño
rollitos de mazapán
y una cestilla con higos?
Abuelo:
¿Una cestilla con higos?
¡Pero si el Niño no come!
Creo que es mucho mejor
que le llevéis biberones.
Grupo 5:
Nosotros le llevaremos
chicles y chocolatinas,
¡seguro que a Jesusín
le gustan la golosinas!
Abuelo (vuelve a asomarse a la ventana y dice):
¿Vais todos bien abrigados?
¡Está fría la mañana!
Todos los niños:
Llevamos bufanda, gorro,
y pantalones de pana.
Abuelo:
Pues andando que ya es tarde,
nos vamos a ver al Niño,
¿os sabéis el villancico
de ‘’Los peces en el río’’?
Niños:
¡Sí...!
(Se van cantando. El abuelo va el primero marcando el compás con su bastón):
Pero mira como beben.....
LOS REYES MAGOS DE ORIENTE
Los Reyes Magos de Oriente no tenían camioneta querían ir a Belén montados en bicicleta.
Narrador:
Veinticuatro de diciembre.
¡Ay! qué noche tan oscura...
hacía frío y nevaba.
Salir era una locura.
Melchor (cogiendo su bicicleta):
¡Voy a engrasar los tornillos
y voy a inflarle las ruedas!
que esta noche hay que llegar
por caminos y veredas.
Gaspar (cogiendo su bicicleta):
Se me sale la cadena,
tengo roto el manillar.
¡Echarme una mano, amigos!
¡Que no la puedo arreglar!
Baltasar (mirando a su bicicleta):
Tengo una rueda pinchada,
así no puedo salir.
Ha dejado de nevar
ya nos tenemos que ir.
Melchor:
¿Y qué podemos hacer
para llevar los regalos?
¡Cómo vengan los ladrones
nos van a moler a palos!
Gaspar:
¿Hay ladrones por aquí?
Estoy temblando, lo juro,
¿tú qué dices Baltasar?
Baltasar:
Pues yo... no he visto ninguno.
Melchor:
Alguien corre por el monte,
se oyen pasos a lo lejos.
Gaspar:
Estoy temblando, lo juro.
Baltasar:
No te asustes, son conejos.
Melchor:
Tenemos que salir ya,
porque Jesús nos espera.
Gaspar:
¿Y cómo podemos ir?
Baltasar:
Pues... de ninguna manera.
(De pronto aterriza un avión cerca de ellos, sale el piloto y ellos al verlo se arrodillan)
Azafata:
Por radar hemos oído
toda su conversación
y venimos a traerles
una feliz solución.
Piloto (una mujer):
¡Vamos! suban la escalera
y recojan los paquetes
que antes de salir el sol
tendrá el Niño sus juguetes.
Narrador:
Los Reyes emocionados
volaron entre las nubes,
Melchor decía a Gaspar:
¡Son blancas! ¡No son azules!
Este viaje en avión
no lo olvidará ninguno
han cambiado los transportes
en el siglo XXI.
CUENTO: "EL CONEJO ECOLOGISTA"
Los alumnos de primer ciclo de la actividad de informática(Gorka, Joel, Cristian, Iker, Denis y Minerva) hemos realizado durante el mes de Febrero este cuento, titulado "EL CONEJO ECOLOGISTA".
Había una vez un conejo muy hacendoso y responsable. Vivía en un bosque, y se preocupaba
de mantenerlo todo muy limpio. Gracias a su trabajo, todo estaba cuidado: el agua estaba
limpia, no había basura por el suelo...
Pero un día las cosas cambiaron, empezó a llegar gente al bosque y a ensuciarlo todo, todo su
trabajo se venía al traste. El conejo no aguantó más y se puso a llorar. Entonces pasó su
amigo el venado, y le preguntó:
¿Qué te pasa, amigo?
Estoy triste porque la gente no quiere mantener limpio el bosque.‐ Respondió el
conejo.
El venado intentó consolar a su amigo:
No estés triste, ¡yo te ayudaré a limpiar el bosque!. Tengo una idea. Ven mañana aquí
mismo a las 9 de la mañana.
Al día siguiente, el conejito estaba ansioso por averiguar que se traía entre manos su amigo el
venado. Se levanto muy temprano y llegó media hora antes. El venado llegó a la hora
convenida.
¡Hola! –dijo alegre. Comencemos a trabajar. ¿Ves estas tablas que preparé?
Sí – respondió el conejo
Muy bien, haremos carteles sobre ellas, para que, los hombres cumplan con ciertas
normas en el bosque y así cuiden el medio ambiente.
El conejo y el venado trabajaron en equipo y durante mucho tiempo. Cuando estuvieron listos
los carteles, los colgaron en los árboles y alegres se fueron a descansar. El conejo a su
madriguera y el venado bosque a dentro.
Mientras los dos animales descansaban, unos hombres vieron los carteles, los arrancaron y
dijeron:
¿Para qué cuidar y respetar la naturaleza?
Al día siguiente, el conejo se despertó y corrió al bosque. Cuál fue su sorpresa cuando se
encontró todos los carteles tirados en el suelo. Se puso muy triste y con los ojos llorosos
exclamó:
¡Para qué cuidar la naturaleza, si todos la destruyen!
Unos niños que pasaban por allí en ese momento, oyeron lo que el conejo decía y le
contestaron:
Tenemos que cuidar la naturaleza, porque es el lugar dónde vivimos. Todos nosotros
vivimos en la Tierra.
El conejo se quedó pensativo y después de unos minutos, volvió a colgar los carteles. En ellos
ponía:
¡QUÉ BONITO ES ESTE BOSQUE LIMPIO!
¡AYÚDANOS A MANTENER LIMPIO EL BOSQUE!
Había una vez un conejo muy hacendoso y responsable. Vivía en un bosque, y se preocupaba
de mantenerlo todo muy limpio. Gracias a su trabajo, todo estaba cuidado: el agua estaba
limpia, no había basura por el suelo...
Pero un día las cosas cambiaron, empezó a llegar gente al bosque y a ensuciarlo todo, todo su
trabajo se venía al traste. El conejo no aguantó más y se puso a llorar. Entonces pasó su
amigo el venado, y le preguntó:
¿Qué te pasa, amigo?
Estoy triste porque la gente no quiere mantener limpio el bosque.‐ Respondió el
conejo.
El venado intentó consolar a su amigo:
No estés triste, ¡yo te ayudaré a limpiar el bosque!. Tengo una idea. Ven mañana aquí
mismo a las 9 de la mañana.
Al día siguiente, el conejito estaba ansioso por averiguar que se traía entre manos su amigo el
venado. Se levanto muy temprano y llegó media hora antes. El venado llegó a la hora
convenida.
¡Hola! –dijo alegre. Comencemos a trabajar. ¿Ves estas tablas que preparé?
Sí – respondió el conejo
Muy bien, haremos carteles sobre ellas, para que, los hombres cumplan con ciertas
normas en el bosque y así cuiden el medio ambiente.
El conejo y el venado trabajaron en equipo y durante mucho tiempo. Cuando estuvieron listos
los carteles, los colgaron en los árboles y alegres se fueron a descansar. El conejo a su
madriguera y el venado bosque a dentro.
Mientras los dos animales descansaban, unos hombres vieron los carteles, los arrancaron y
dijeron:
¿Para qué cuidar y respetar la naturaleza?
Al día siguiente, el conejo se despertó y corrió al bosque. Cuál fue su sorpresa cuando se
encontró todos los carteles tirados en el suelo. Se puso muy triste y con los ojos llorosos
exclamó:
¡Para qué cuidar la naturaleza, si todos la destruyen!
Unos niños que pasaban por allí en ese momento, oyeron lo que el conejo decía y le
contestaron:
Tenemos que cuidar la naturaleza, porque es el lugar dónde vivimos. Todos nosotros
vivimos en la Tierra.
El conejo se quedó pensativo y después de unos minutos, volvió a colgar los carteles. En ellos
ponía:
¡QUÉ BONITO ES ESTE BOSQUE LIMPIO!
¡AYÚDANOS A MANTENER LIMPIO EL BOSQUE!
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